Observación participante

Observación participante de plazoleta de comidas 

Objetivo: Observar, explicar y comparar el entorno de dos heladerías, una perteneciente a una empresa y el otro negocio propio de la ciudad de Ibagué.

Población: No hubo una característica de los participantes como la edad, el género, nacionalidad, en específico, debido a que los lugares son sitios públicos en los cuales ingresa cualquier persona.

Descripción del procedimiento y resultados: Realice una observación de un mismo contexto en dos lugares diferentes; el primer lugar fue en “Tutto” una heladería ubicada en la plazoleta de comidas de un reconocido centro comercial en la ciudad de Ibagué llamado la estación. En primera instancia entré al centro comercial dirigiéndome a la plazoleta de comidas la cual queda en el tercer piso, la heladera es el primer local que se encuentra al entrar a este lugar, fui a este local y me fije que en la parte superior estaban ubicados los precios, “buenas noches” me saludo la mujer que en ese momento estaba atendiendo, estaba vestida con el uniforme de la empresa, procedí a saludar y pedí un helado de dos sabores. A mi lado se acercó una niña de aproximadamente 8 años, “hola, que precio tiene el helado” pregunto la niña, “el de dos sabores 4.000 y el de tres 6.000” le respondieron, “gracias” dijo ella para automáticamente dar la espalda y preguntarle a un señor que, si se lo compraba, para obtener como respuesta un “no, acabamos de comer”. Recibí el helado y procedí a sentarme en una de las mesas, en el lugar no había mucha gente.

Las personas entran a la plazoleta, su forma de vestir es informa, generalmente acompañadas, ninguna de las personas que observe entro sola, hablan entre ellas y escogen el lugar a donde van a realizar su compra, se sientan y esperan unos minutos hasta que su orden esté lista, vuelven a dirigirse al local para recoger su pedido, vuelven a dirigirse a la mesa comen mientras conversan.

Cuando me dirigía a la salida, me detuve para tomar una foto para la investigación, inmediatamente se me acerco el celador informándome que estaba prohibido tomar fotografías a las instalaciones del lugar, me disculpe y Salí del centro comercial.

A la segunda heladería a la que me dirigí fue a una que queda en el barrio vergel de Ibagué, esta vez la foto también la tomé al irme del lugar siendo mas discreta para no incomodar.

En el lugar la mesera que en ese momento estaba atendiendo se dirigía a la mesa y allá mismo llevaba el pedido, cuando ingrese había dos mesas ocupadas, una con una pareja y la otra con una familia, las personas que se encontraban en este lugar también tenían un vestuario un poco informal. La mesera no tenía un uniforme especifico, estaba con un vestuario cotidiano y encima de este llevaba puesto un delantal y un gorro en la cabeza, lo que diferencio a esta mesera de la anterior es que tenia mayor amabilidad para atender, esto se evidencio en el primer momento que llegue y con una sonrisa cordial saludo “Hola, muy buenas noches” entregándome la carta.

En esta observación que hice comparando los dos lugares diferentes se puede evidenciar que el vestuario, comunicación y la forma de atender es propia de nuestra cultura, y que las personas usan estos lugares como una manera de compartir y pasar tiempo juntos.